viernes, abril 21, 2006

De compras

Ayer estuve de compras, con eso del viaje a España tenía la nevera pelá. Compré muchas cosas. Cosas que crecen debajo de la tierra, cosas que crecen justo en la superficie, con una parte dentro y otra fuera, para ellas debe ser como para nosotos bañarnos, metemos el cuerpo en el agua y sacamos la cabeza, aunque debe de ser jodido nadar a través de tierra de esa compactada con un tractor de no se cuantas toneladas. Incluso he comprado cosas que crecen en el aire, colgadas de una especie de ramita, para ellas debe ser como hacer puenting.
Pero no solo he comprado cosas de esas, para mantener una dieta equilibrada he comprado trozos de animales muertos. Primero cogí los de los animales que nada, bueno, que no tienen más cojones que nadar. Estos ya vienen limpiados, cortados y congelados. Se ve que como vienen de lejos les da tiempo por el camino de cortarlos y todo eso. Aunque digo yo que no será preligroso eso de manejar cuchillos en un camión en movimiento. Bueno ellos sabrán.
También he comprado trozos de bichos de esos que corren, bueno corren cuando les dejan que no creo que sea muy a menudo, con eso de la ganadería intensiva. Aunque ahora que lo pienso bien, si las granjas son tan grandes como todo aquí, deben de tener espacio para correr y para formar ecosistemas complejos aislados. Estos trozos vienen directamente del bicho, se ve que como vienen de aquí cerquita no les da tiempo de congelarlos en el camión. De todos esos, compré dos trozos del tamaño de un abrigo, para cortar ese trozo empiezan por una punta de la vaca, llegan a la otra y se dan la vuelta. Aunque hoy en día, que han descuierto una bacteria que es capaz de unirte trozos de carne y que parezca que es una sólo pieza cualquiera sabe que coño comemos. Lo que si es seguro es que cuando me decida a concinar el abrigo de vaca, voy a tener que usar los cuatro fuegos a la vez.
Otra cosa que he comprao han sido pescados jodidos. Son peces que no se han conformado con percarlos, matarlos y cortarlos en trocitos. Además van y los han enterrao en sal o se han puesto a fumarles encima o los han ahogado, despues de haberlos afixiado, y los han metido en una lata. En definitiva que estoy acumulando pruebas de lo cruel que es el ser humano con los animales, donde quedaron los tiempos en que los animales se mataban a palos y se asaban sobre una hogera dandole vueltas para que se dorara por todas partes.
Así que ahora el congelador parece una cosa entre una pescadería y una carnicería, pero sin olores tan fuertes. Además compré huevos y leche, si algún día viene a casa una vegetariana le voy a tener que poner de primero uvas, de segundo manzanas y de postre naranjas.
En definitiva, me gaste una pasta en comida, también compré cervecita, refresquitos y zumo. Ah, y ya fui adelantando algunas compras para la Feria de Sevilla.