viernes, septiembre 02, 2005

Ya se acaba el veranito

Y no es porque llegue septiembre, o la gente vuelva de vacaciones. Donde se ve claramente es en la televisión. Y es que la mayoría de anuncios son de colecciones. Hay dos grandes momentos al año donde se lanzan las grandes, inmensas, campañas de anuncios de colecciones, principios de año y final de verano. Y es por dos motivos fundamentales.

1º: En estas fechas la gente básicamente se queda pelá de dinero, entre el dinero que se gastan en turrones y anís, y los boquerones del chiringuito, la economía doméstica no es que vaya por los suelos, sino pasa a viajar en metro. Esto tiene como efecto el alzamiento de los genes de oso que todo ser humano tiene, y que le hace hibernar. Hibernar para lograr que la economía no haga un viaje al centro de la tierra. Así que se acabó tomar cubatas, ir al cine, tomar cubatas, ir a cenar por ahí, seguir tomando cubatas. Y digo yo que, qué culpa tienen los señores que venden cubatas, por que la gente no deja coger el coche y va andando, que al precio que están los derivados del petroleo, se ahorra un pico, pero un pico montañoso. Esto lleva a que la gente no sale, sale menos que un perrito bueno, como dicen en mi pueblo. Y como están en su casa más bien aburridas, lo de la lectura y pasar tiempo con los hijos lo dejan para cuando se jubilen, tienen que hacer ALGO.

Segundo dos puntos Despues de los días que se han pasado, de juerga continua, cachondeo con la camarera del chiringuito, comidas de empresas, de viejos amigos, y todas esas actividades que se hacen en navidades y verano, el individuo regresa a su nicho de hormigón, y le sobreviene lo que se conoce como Shock Traumático Post Cachondeo, y que no es más que la caída emocional después de las vacaciones. Ante esa caída es necesario ocupar el tiempo en ALGO.

Pues resulta que ese ALGO es coleccionar LO QUE SEA. Y es que antes la gente coleccionaba sellos, mecheros, llaveros, postales de lugares bellos. La evolución cultural ha conseguido que la gente no sólo se conforme con coleccionar esas cosas, sino que coleccione cosas como cascos de motos en miniaturas, armamento en miniatura, todo tipo de tonterías.
Antes las conversaciones de los coleccionistas eran una cosa así:
- Tengo aquí un sello de la República Francesa de la conmemoración de los 50 años del nacimiento del cinematógrafo, fue la primera tirada de sello hecha con la nueva generación de máquinas de la compañía tal de Alemania.
- Pues te lo cambio por uno que tengo aquí de la primera tirada que se hizo en Israel tras la declaración del estado de Israel.
Había un contexto histórico, tecnológico, reflejaban las sociedades de la época, en definitiva, había algo más, tenía un trasfondo.
Las conversaciones de ahora son tal que así.
-Tengo aquí un dedal blanco.
- Pues te lo cambio por uno azul.
Un retrato de las sociedades modernas, a través de los dedales.

Los sellos se imprimían, con lo que la misma tecnología se usaba para hacer sello y para hacer libros, el desarrollo de la misma hacía extender la difusión de libros y documentos escritos, al fin y al cabo, el conocimiento. La tecnología de hacer un dedal es la del acero, la de fabricar tanques.

El mundo se está embruteciendo. Cuando se había visto a la policía local con cascos y escudos antidisturbios.
Igual la evolución tiene un límite elástico, y ahora estamos retrocediendo.