viernes, septiembre 30, 2005

Reorientacion laboral

Estaba yo el otro día comiendo con una amiga, la que ha decidido cambiar profesión y dejar de ser consultar para dedicrse a la moda. Me contaba su experiencia reciente en una feria de moda.
Mi experiencia en las ferias es llegar, y ponerse a montar el stand, supongo que esto ocurre en todas la ferias. El montaje del stand puede tener pequeños problemas, como que falte algún tipo de cable para conectar algún ordenador a la megapantalla plana para las presentaciones, que ho haya suficentes tomas de red, que los ordenadores vengan con algún problema. Una vez montado ves que son las 7 de la mañana, el tiempo justo para ducharse volver para la apertura. Después te pasas horas explicando cosas técnicas y viendo pasar frikis. Puedes tener la suerte de tener en el stand una azafata, que además de darle toda la presencia al stand, es muy simpatica y te puedes pasar horas hablando con ella. Pero esto son excepciones. En definitiva, que lo mejor de todo es salir por la noche sin traje ni corbata ni cosas de esas a tomar algo.
Según me cuenta ella, las ferias de moda son un poco diferentes, como en otras se llega y se monta un stand, al parecer las prendas no van conectadas a ninguna pantalla, ni funcionan con ningún sistema operativo hecho por un finlandés amante de los descapotables y lo que es realmente asombroso, no necesitan ni conectividad de red ni alimentación. La cosa consiste en mucho hilo de nilon o tanza o algo así y en mucha imaginación para que no haya dos prendas en la misma posición. Después de eso se descansa. Pero la cosa curiosa viene el primer día de feria. Aparecen por allí una especie diferente, no son ni hombres ni mujeres, se hacen llamar modelos. Son como mujeres provenientes de un universo con unas leyes físicas, biológicas y digestivas diferentes, en realidad, si dichas leyes. Y con el aspecto de acabar de salir de un tuner industrial de maquillado y peinado. Según me cuentan eso lleva a muchas a caminar como dos cuartas por encima de los demás mortales, de ahí la expresión "pagadas de si mismas", que digo yo que además le pagarán otros si no a ver como viven. Aunque la verdad es que analizando dos circustancias básicas. El hecho de que la alimentación la constituyan puerros, micro-yogurines-bio-integrales-lait-desnatados y manzanas. Y que mayormente se visten con trocitos pequeñitos de tela, lo que hace que la expresión "y de que comemos y con que nos vestimos" no es la más usada en sus reivindicaciones laborales. Hacen que no parezca que haga falta pagarles mucho para que sobrevivan. Pero lo que me resultaba curisoso de lo que me contaba, es la diferencia entre las modelos veteranas y las que no. Al parecer la diferencia es que la mayoría, con su movimiento, parecen un robot tipo Mazinger-Z, comandado por una conjunto de monos borachos y cabreados. Mientras que las más veteranas se mueven y posan como si llevaran genes de pasarela y camara fotográfica. Pero supongo que esto ocurre en todas partes.
La cosa es que el cambio de profesión de consultora a importadora de moda, te transporta de una sala llena de ordenadores, papeles y psicopatas en potencia, a pasarelas llenas de mujeres imposibles con la suficiente ropa como para rellenar un puñado de pixeles de las fotografias que le hacen.
En definitiva, es un cambio muy similar al de mi amigo que ha pasado de la informática a la agricultura, por que los dos han acabado rodeados de pepinos, aunque los de ella no se comen, ¿o si?